Congresista Carlos Giménez encubre a contratista del Departamento de Defensa que opera bajo supervisión militar cubana
Estas revelaciones están sacudiendo los cimientos del establecimiento anticastrista de Miami, desafiando narrativas y alianzas mantenidas durante décadas.
Como presidente del Subcomité de Transporte, el congresista de Florida Carlos Giménez ignora las operaciones de Crowley Maritime en Cuba mientras somete a escrutinio únicamente la influencia del Partido Comunista chino.
La “Ley de Seguridad” de Giménez de 2023, copatrocinada junto al congresista John Raymond Garamendi, aborda las operaciones chinas pero elude los vínculos de Cuba con un contratista del Departamento de Defensa de EE.UU., y los riesgos que esto representa para la seguridad nacional.
Crowley Maritime, un contratista del Departamento de Defensa (DoD) con contratos por 2,3 mil millones de dólares en Servicios de Transporte de Carga para la Defensa (DFTS) y 343 millones en contratos de la Fuerza de Preposicionamiento Marítimo (MPF), opera en Cuba desde 2001 bajo la autorización de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). La empresa gestiona carga en el puerto de Mariel, bajo supervisión militar cubana y con vínculos a inversiones chinas.
Amenaza Cuba–China: Los sitios de inteligencia de señales (SIGINT) de Cuba —Bejucal, Wajay, Calabazar y El Salao— están operativos desde 1992 y fueron modernizados en 2019 y 2025. Estas instalaciones monitorean las comunicaciones militares de Estados Unidos, rastrean los lanzamientos desde Cabo Cañaveral y espían la base de Guantánamo. El nuevo sistema de antenas dispuestas circularmente (CDAA) de Bejucal y el complejo de 12 antenas de Wajay incrementan significativamente estas capacidades.

Los “esfuerzos” del congresista Giménez por salvaguardar los puertos de EE. UU. de la influencia del Partido Comunista chino parecen proteger la infraestructura estadounidense; sin embargo, su iniciativa omite de forma llamativa el papel de Cuba—particularmente las operaciones que involucran a Crowley Maritime, un contratista con vínculos directos con el Departamento de Defensa.
Al gestionar carga a través del Puerto de Mariel bajo supervisión militar cubana y con participación financiera china, Crowley potencialmente crea una vulnerabilidad de seguridad. Sus contratos con el Departamento de Defensa están directamente vinculados a la logística militar crítica de EE. UU., la cual podría quedar expuesta a riesgos de espionaje—especialmente dado el profundo nivel de colaboración SIGINT entre Cuba y China.
El enfoque selectivo del congresista Giménez en China, mientras ignora este nexo Cuba–Crowley–Departamento de Defensa, sugiere o bien ceguera deliberada o una decisión políticamente motivada para evitar confrontar al régimen cubano, lo que socava la seguridad nacional por conveniencia. En la política del sur de la Florida, es frecuentemente considerado —al menos en su retórica— como un férreo opositor al régimen cubano, lo que hace que su silencio en este asunto resulte aún más llamativo.
Estas revelaciones están sacudiendo los cimientos del establecimiento anticastrista de Miami, desafiando narrativas y alianzas mantenidas durante décadas. El impacto ha sido tan pronunciado que influencers como Leo Brito han publicado reels que han captado una atención considerable —clips que no solo están en tendencia, sino que también están alimentando una nueva corriente de pensamiento dentro de la comunidad.






This should be in English!!
We do NOT live in Argentina, Nicaragua, or Cuba
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